Domingo de Ramos




Hoy hemos comenzado la Semana Santa con el Domingo de Ramos, Jesús es aclamado hoy como rey, ¡Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor!, pero enseguida la misma liturgia nos presenta la lectura de la Pasión del Señor, y ahí Jesús ya no es aclamado como rey, sino que es aclamado como maldito, ¡Crucifícalo!, los mismos que lo aclaman como rey ahora gritan ¡Crucifícalo!, así somos los seres humanos tan ambivalentes. Hoy decimos una cosa y mañana otra, pero Jesús permanece siempre.

Es tiempo de vivir de fe, muchos de nosotros no vamos a poder asistir a las celebraciones del Triduo Pascual presencialmente, lo vamos a hacer por otros medios, por eso digo que es tiempo de fe, de confianza, ahora más que nunca.

Hoy el papa Francisco nos decía en su homilía: “que había certezas que se nos están desmoronando, por eso os ánimo a entrar en el consuelo de Dios, el amor permanece, hay que tomar en serio lo que cuenta en la vida”, y continua diciendo “la vida no sirve sino se sirve, hay que vivir para servir”.

Lo estamos viendo en estos días, cuanto bueno hay en el mundo, cuanta solidaridad, cuantos abrazos no físicos, ¡Sí! abrazos de entrega, de servicio, abrazos de vida.
Sigamos confiando en las personas, sigamos confiando en Dios. Es tiempo de crecer, de vivir, de esperanza.

Paz y bien hermano/a que pases un feliz Domingo de Ramos. ¡Comenzamos la Semana Santa!.