Domingo III del Tiempo Ordinario, 26 de enero 2025
Lectura del día: Nehemías 8, 2-4a. 5-6.8-10; 1 Corintios 12, 12-14.27; Lucas 1, 1-4; 4,14-21
Acertadamente el Papa Francisco
ha querido dedicar un Domingo a tomar en cuenta la necesidad, y la grandeza de
la Palabra de Dios.
Es una Palabra viva, no solo es
un libro que leo. La Palabra es fruto de la Inspiración de Dios al hombre, esto
es un Misterio, pero ha sido así: Dios ha utilizado la Palabra del hombre para
revelarse, esta ha sido el canal utilizado por Dios para trasmitir la verdad:
Verdad que es Jesús, el Señor, “yo soy el camino, y la verdad y la a
vida”.
El cristiano no puede vivir sin
ese acercamiento a la Palabra, porque la Palabra te da vida, te transforma, te hace
vibrar, confiar en un Amor más grande, te llena de esperanza, te consuela, te
conforta, te anima, te avisa cuando no eres auténtica con tu forma de vivir tu
fe, te enamora de Jesús, te acerca a los demás, te enseña a amar…. No hay mejor
y mayor escuela para nosotros que la Palabra de Dios.
Quién no la entienda ¡que busque
quién se la explique !¡no nos quedemos sin gustar y sin vivir de esa Palabra de
Dios! Dios en persona se comunica en ella y suscita en el que la lee una
respuesta de fe y una entrega incondicional pese a las dificultades.
¡Creo Señor en tus Palabra de
Vida Eterna!
Paz y bien