LA CELEBRACION DE LA PASCUA EN BELALCAZAR

!! DESDE EL CORAZÓN!!

“Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al padre habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el extremo”. Son las palabras que resonaba en nuestros corazones cuando vimos romper el día aquella mañana de jueves santo, día del amor fraterno, día en que Jesús instituyo la Eucaristía y nos dejó un mandato nuevo; el del AMOR.

Es el mismo día donde se reunieron los jóvenes en nuestra casa de oración habían unos 47 jóvenes desde Madrid, Málaga, Sevilla, Estepa, algún pueblo de Córdoba, Lopera, Granada y Badajoz. No faltaban matrimonios que decidieron dejar sus tareas para venirse a celebrar la pascua con los jóvenes. Fue un testimonio muy bueno y lo agradecemos y que sigáis con el mismo espíritu. También vino una religiosa de la orden franciscana Misionera de Nuestra Señora del buen consejo, de la provincia de Granada.
A las 16.00horas los jóvenes se reunieron en la iglesia para la presentación de la pascua nos dieron una estampa con un dibujo de un corazón y el nombre de cada uno, y uno por uno iba dando el motivo de haber venido a dicha celebración. Tuvimos la celebración de la ultima cena del Señor a las 16.30 que celebró el padre Salva de la provincia de Granada, padre Manolo Tercero que con-celebró, también había otros frailes en la celebración, fray Rafa, fray Andrés de Granada, fray Rafael y fray Joaquín de Belalcazar. Después de la homilía nos invitaron a la segunda parte que era la cena del Señor que incluye el lavatorio de los pies. La hora del regreso al Padre y de glorificación de Jesús .fue una alegría y una emoción viendo el ejemplo de humildad y servicio fraterno en los hermanas y hermanos lavando los pies unos a otros, como franciscanos el texto nos recordaba que al principio de la conversión de nuestro padre san Francisco descubre y experimenta ése abajamiento de Jesús ése lavar los pies a los hermanos cuando dice“El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia.” (test 1-3)
A las 10.30 tuvimos la hora santa en la iglesia porque éramos muchos. Gracias a ellos porque todo lo tenían preparado, habían puesto una tela con el dibujo de un corazón grande cortado por la mitad, en la puerta de la iglesia que va hacia el coro, de tal manera que al entrar en el coro atravesaba aquélla tela ,ahí estaba Jesús y nos recordaba siempre “quedaos aquí y velad conmigo”. Hubo un momento de silencio, todo oscuro , solamente una luz guiaba nuestras mirada hacia el corazón de Jesús, nos hizo experimentar tres momentos ;el primer momento, la cena,que fue experimentar el latido del hermano. Cogimos el pulso de quien teníamos al lado, contando sus latidos, escuchando cómo late su corazón, en algunos era difícil encontrar sus latidos ;aquí descubrimos lo difícil que es entrar en el corazón del hermano, cómo nos cuesta mostrar ternura, como nos cuesta aceptar a los demás. El segundo momento: mi Getsemaní, que fue el latido de mi corazón ; en Getsemaní Jesús pedía a sus discípulos que se quedasen en vela junto con él, pero se encontraban dormidos, aquí cogimos nuestros propios pulsos, contando, escuchando nuestros latidos , nos dimos cuenta que también es difícil entrar dentro de nosotros, lo difícil que es aceptar nuestras debilidades, nuestras cruces de cada día que difícil es hacernos conscientes del reino que queremos restaurar.El tercer momento: el huerto; que fue el latido del corazón de Jesús ; es aquí donde Jesús sintió la angustia, la gran soledad ,la tristeza...y pedía al Padre que le apartara la copa de amargura.
Cuando leemos la pasión del Jesús nuestros corazones se mueven por aquel amor de Jesús que nos amó hasta entregar su vida, por nosotros fue entregado a la muerte, hermanos aquel Jesús que nos pide cada día dejar todo y seguirle y que nos llama siempre ir detrás de él para ser crucificado con él, que nos ayude y nos dé la fuerza en su seguimiento.
Se acercó el momento en que Jesús nos pedía entrar dentro de su corazón, para compartir sus latidos y su soledad, íbamos uno por uno tras otro atravesando aquella tela que nos separaba estando unos minutos, escuchando cómo late su corazón fue una experiencia muy bonita, cuando uno atravesaba aquella tela entrando en aquel lugar seguramente Jesús le decía algo , algunos tenían ésa sed del encuentro personal con Jesús, se notaba en las caras de los jóvenes al entrar y salir de aquel lugar ¡qué bueno sentir la presencia de Jesús hasta en los más íntimo de nuestro corazón!
Para mi me impresionó al entrar allí sentí de verdad que Jesús estaba, me estaba esperando, me miraba y me decía “ama, ama cómo yo te he amado.......”
Después de experimentar el compartir los latidos de Jesús, hubo el momento de compartir nuestras reflexiones, lo que habíamos sentido. Las hermanas se fueron dentro del convento a nuestra Capilla y los jóvenes iban en turnos a acompañar a Jesús hasta el amanecer. Hermanas y hermanos Jesús quiere que nuestros corazones latan por el reino.

A las 8 de la mañana de viernes santo, hacia un poco de frío, pero muy animados tuvieron el vía crucis que tuvo lugar fuera del monasterio, en el camino que va hacia el pueblo. A las 10.00 tenían el tema “Nadie tiene amor mas grande” y después la reflexión, nos dieron una caja de medicina con su receta, sin saber qué tenia en aquella caja, al abrirla tenia un crucifijo con su prospecto, que contenía sus indicaciones y contraindicaciones, su advertencia etc, estaba muy bien preparado, unos de sus indicaciones fue; ¿cual es tu cruz sabes distinguir en tu vida lo que es tu cruz verdadera y lo es simple egoísmo, capricho, susceptibilidad?
A mi lo que me impactó al leer el prospecto fue la duración del tratamiento que decía; mientras mas cerca nos encontramos y nos sentimos de Dios, más necesidad y mas ganas tendremos de acudir a Él, y el gran peligro no trabajar nuestra relación con Dios porque de esa manera la necesidad de Dios irá decreciendo y el abismo será insalvable. Después de todo y reflexionar nos juntaron todos en la iglesia para compartir el efecto de la medicina.¡ Qué maravilla!
A las 3.00 los jóvenes tuvieron el recuerdo de la muerte del Señor en silencio, en meditaciones en lecturas y al final rezamos la hora de Nona. A las 5.00 de la tarde tuvimos la celebración de la pasión del señor, después la adoración de la santa cruz, instrumento del amor de Dios en donde Jesús nos recuerda que viendo su rostro, vemos el rostro de tantas personas que sufren injustamente, el rostro del enfermo, el que sufre nuestro racismo etc. En ellos podemos ver el rostro de Jesús sufriente que se nos hace presente aquí y ahora. Durante la homilía me llamó la atención estas palabras: “si solo mirásemos la resurrección y no a la cruz no entenderíamos a Cristo , veríamos a Cristo triunfante pero olvidaríamos que Cristo murió en la cruz por amor”.
De 10.00 a 12:00 de la noche los jóvenes tuvieron la adoración de la santa cruz donde hicieron una dinámica ;todos con un paño se taparon la cara de tal manera que nadie podía ver al otro, iban pasando entre ellos la cadena, la corona de espinas, el martillo y los clavos, recordando la muerte de Jesús, su amor hasta el extremo, compartiendo con él su dolor y su soledad, y luego cada uno se acercaba a la cruz y hacia un gesto.

El sábado santo con el tema: “latidos del silencio de Dios”, donde vieron este tema en puntos de sistema circulatorio, y como en nuestro sistema circulatorio el corazón es el centro, también en nuestra vida lo es, nuestros órganos son nuestras obras de amor que nos comprometemos a hacer. En ése mismo día todo guardaba silencio a punto de estallar, expectativo, lleno de esperanza, gozoso, faltaba muy poquito para que Él nos hiciera sus testigos para que presenciáramos el cumplimiento de sus promesas.

En medio de la alegría y del silencio lleno de esperanza de que sus promesas una vez mas se cumplirían continuamos con los preparativos internos que se expresaban en un montón de detalles para nuestra celebración de la noche santa. El silencio y el recogimiento de los jóvenes se interrumpió para preparar la vigilia junto con nosotras, algunos fueron a la iglesia a ayudar a adornar y acomodar bancos, otros a ensayar los cantos, danzas con algunas hermanas, otros el pregón pascual, otros preparar la leña para el fuego, ya empezaba arder nuestro corazón.Llegó la hora y la lluvia, pero ésta solo duró unos momentos, el fuego era bello, ardía con fuerza, alumbraba la noche. Cuando se encendió el Cirio Pascual, Cristo resucitado ya estaba entre nosotros dándole razón y sentido a nuestra esperanza .Empezamos nuestra procesión en el patio de la Iglesia y entrando en los claustros, iba delante el diácono con el cirio encendido, los frailes y los demás íbamos con nuestras velas apagadas, solamente se veía la luz del cirio que iluminaba con mucha claridad que casi se veía todo el claustro, al poco tiempo encendimos nuestras velas, seguimos con la procesión hasta entrar en la iglesia, mientras el coro iba cantando, la gente iba con mucha serenidad, porque sabían que el mismo Jesús que habíamos comido con el, que estuvimos con él en el huerto, que compartimos con él sus latidos y que había muerto, estaba ya VIVO dentro de nosotros .....Entramos el la iglesia y después de incensar el cirio pascual empezaron a cantar el pregón pascual cuatro miembros de la familia franciscana, todos cantaban y pusieron lo mejor de si mismos. Las hermanas de Kenia con sus cantos mas preciosos se pusieron a bailar en la procesión del evangelio, de las ofrendas y los cantos finales, también esta vez se animaron muchos jóvenes a la danza, fue un encanto.
Otro momento emocionante fue cuando el diacono estaba leyendo el evangelio y cuando llegó a la frase “no esta aquí ha resucitado” la dijo gritando, de pronto un joven disparó un cartucho de serpentina de colores, se llenó todo el altar de papelillos de colores !qué susto! todos gritaron y casi se meten debajo de los bancos por miedo...... Después del susto y la emoción continuamos con la lectura del evangelio, aquí nos encontramos con un Cristo vivo, un Cristo que abre las puertas a la vida plena, a la resurrección, a todos nosotros, como dice Pablo a los romanos “si hemos muerto con Cristo, creemos que también resucitaremos con Él.” Ardían nuestros corazones, solo querían agradecer, cantar, bailar y alabar la presencia de Cristo resucitado tan palpable entre nosotros.
La vigilia empezó a las 11.00 p.m .y terminó a las 2.30 a.m. ,empezó a desvelarnos su presencia poquito a poco hasta que cada uno de una forma muy especial lo descubrió y todos juntos, alrededor del altar cantamos y bailamos para El, nadie quería salir de la iglesia ni nadie podía sacar a los jóvenes fuera porque querían mas tiempo para encontrarse con Jesús resucitado y por fin ya casi a las 3.15, el padre los sacó pero sin gana de irse .Éramos una familia de Dios que celebramos con mucho amor y alegría el triunfo de Jesús sobre la muerte, para darnos vida y vida eterna. ¡¡Qué alegra qué gozo!! Ver y sentir el cielo y la tierra juntos alabando y bendiciendo al Señor, aquella fue vigilia de las vigilias.

El domingo de resurrección, la misa era a las 12.md que celebró el padre Manolo Tercero, fue un encanto viendo los jóvenes todavía con más ganas de seguir adelante, de encontrarse con Jesús ya en Galilea. Todo llegó a su término, auque los días le parecían cortos, los que habían venido por la primera vez dieron sus testimonios y sus experiencias. Todos fueron con el lema; celebrar...., seguir...y anunciar a Jesús.
Hermanos y hermanas que la alegría pascual nos anime a ser cada vez más seguidores de Cristo y unos testimonios suyos en medio del mundo, que el Señor nos ayude.

Hna.Jacqueline Ndinda Mumo

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