I domingo de cuaresma



Este domingo se nos presenta en el evangelio a Jesús tentado, pero, ¿Cómo? ¿Jesús fue tentado?

Sí, y no en una sola ocasión, fue tentado por el mal, porque era hombre como nosotros, nosotros también somos tentados diariamente por muchas cosas, cada uno ponga nombre a las suyas, lo importante es como Jesús sale siempre de esas tentaciones, no se deja envolver por el mal, porque tiene un objetivo claro, la voluntad de su Abba, de su Padre.

Nuestras tentaciones no son muy diferentes a las que se nos comunica en el evangelio, queremos, ser dioses, en definitiva, queremos ser Dios, el Dios de nuestra vida, y cuando nos damos cuenta de que eso no es posible, nos venimos abajo, queremos controlarlo todo, queremos decir la última palabra.

Dejémonos llevar por el Espíritu al desierto, seremos tentados, pero tengamos el objetivo claro de hacer la voluntad de Dios y no dejarnos llevar por el mal, solo una cosa: hay que estar atentos, con los ojos y oídos muy abiertos.
Y digamos junto a Jesús: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”.

Paz y bien hermanos/as.