III domingo de cuaresma

Hoy III domingo de cuaresma todas las miradas están puestas en los últimos acontecimientos históricos que estamos viviendo, todo esto nos puede llevar a reflexionar:
Que el hombre y la mujer somos unos seres débiles, un bichito nos está descuadrando la vida.
Si esta situación no nos lleva a la reflexión, porque todos los acontecimientos de la vida nos tienen que llevar a reflexionar, perdemos una gran oportunidad.
Por ello los cristianos tenemos que crecer en confianza, no estamos solos, cuando no podemos hacer nada, lo mejor es orar y abandonarnos en Dios, orar para que esto acabe, orar por los enfermos, por los sanitarios, por nuestras autoridades, orar por los difuntos, orar por los investigadores, para que la inteligencia humana se ponga al servicio de la investigación, necesitamos orar para fortalecernos.
Si con esta situación no sacamos una lección estaremos perdiendo una gran oportunidad. Esto nos puede ayudar a crecer en solidaridad, en el amor a los demás, o todo lo contrario pensar más en nosotros mismos, ser egoístas.
Pensábamos que éramos inmunes a todo, que eso solo pasaba lejos y nos estamos dando cuenta que somos frágiles y pequeños.
Alcemos nuestra mirada al cielo, miremos más allá, esto pasará, pero ¿qué va a dejar a su paso…?
El paso de Jesús por la vida de la samaritana que nos cuenta el evangelio de hoy, le dio vida y esperanza.
Vivamos, no nos dejemos llevar por el miedo, tenemos esperanza y la esperanza no defrauda.
Ahora es tiempo de darle importancia a todo aquello que antes era normal, como dar un abrazo, un beso, tener una conversación cercana y tantas cosas que antes nos parecían normales.
Un día volveremos a abrazarnos y esto cambiará, pero ya no será igual porque habremos aprendido lo importante que somos para el otro, lo importante de los pequeños detalles que pasan desapercibidos.
Yo me propongo cuando pueda volver a abrazar hacerlo de todo corazón por si algún día ya no lo puedo volver a hacer.
Animo. Orar en confianza. Paz y bien hermano/a.