Domingo VI del tiempo ordinario

“Si quieres puedes limpiarme. Quiero, queda  limpio. Se acercó a él lo tocó y quedó sano”

¡Que seguridad de que estamos en buenas manos que Tú quieres que estemos  sanos!

Cuantos andamos sanos desde dentro, solo por la cercanía, la ternura, la caricia de aquellos que están cuidando de nosotros.

Qué bueno sería que en nosotros existiera esa voluntad de Jesús: “quiero que estés sano, queda limpio” Que nadie nos pase desapercibido, estamos rodeados de la enfermedad provocada por una pandemia, que en nosotros, crezca ese deseo “de que todos queden limpios” y entonces se producirá el milagro.